La Lamparilla, un espectro traicionero y letal
- Manuel Antony Salinas Vela
- 15 jun 2020
- 2 Min. de lectura
Hola, seguramente la selva es un lugar que siempre te ha despertado mucha curiosidad, no solo por su deslumbrante belleza paisajística, sino por los misterios y leyendas que se tejen a su alrededor, misterios que han sido transmitidos de generación en generación. Por eso, hoy te voy a hablar de un ser que es protagonista de muchas pesadillas. Y que estoy seguro, no te dejará dormir. ¡Dulces sueños!

La Lamparilla es un espectro muy conocido por los pobladores de Tocache, se cree que tiene un aspecto similar a la parca; pero con la peculiaridad de que desprende luz de entre sus costillas. Su nombre deriva de su semejanza con una lámpara encendida, se dice que aparece en horas avanzadas de la noche, como un foco de luz tenue.
Este ente suele deambular en plena oscuridad cerca de lugares poblados, en donde impera un silencio pesado y tétrico, ahí espera a sus víctimas para impresionarlas hasta causarles la muerte. Aquellos que pudieron escapar de ella, buscaron rápidamente refugio en sus domicilios, quedando altamente impresionados y botando espuma por la boca. Pocos quedan cuerdos después de encontrarse con este espectro.
Hay quienes aseguran que es un esqueleto exhumado de un cementerio cercano; y dominado por un duende que busca asustar a los pobladores de la comunidad. Se dice que quien atrape a la lamparilla podrá obtener un tesoro, pero el duende hará de todo para que esto no suceda. Es por ello, que algunos inconscientes pretenden enfrentarla sin éxito, hallando la muerte.
La Lamparilla va merodeando lentamente el camino que recorre en forma de esfera luminosa, muchos que han tenido la mala suerte de advertirla a lo lejos; han caído en cuenta que la luz que levita y cruza malezas, sisea levemente y parpadea cada instante; dejando escapar diversos colores como una intermitente señal de que la maléfica presencia es sin duda peligrosa y mortal.
La Lamparilla es uno de los espectros a los que más le he temido de niño, cuando oía a mis abuelos contar la historia su solo nombre me esparcía miedo y angustia. Y era imposible no irse a la cama con la luz encendida, porque según ellos, este mito no descansaba hasta llevarse a dos o tres; por eso no es bueno salir en la noche, ¿no crees?

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